Los culés probaron el amargo sabor de la derrota en el primer partido de las semifinales. Esta caída duele mucho más porque desperdició muchísimas ocasiones de gol, y se quedó sin el vital tanto de visitante.
Por el lado del Chelsea, a los de Di Matteo le salió todo redondito. Se defendieron con diez hombres en su campo durante todo el partido y dejaron arriba en soledad a Drogba para que el marfileño aproveche sus chances. Bien que lo hizo, ya que sobre el final del primer tiempo, el jugador africano recibió un pase atrás de Ramires y le dio el triunfo a los Blues, Mascherano, un improvisado en la zaga defensiva para mi gusto, le perdió la marca.
Esta noche no tuvo suerte el equipo dirigido por Pep Guardiola, aunque demostraron que estos también son humanos. A los ocho minutos iniciales, y tras un genial pase al vacío de Iniesta, Alexis Sánchez empaló la pelota por encima de la salida de Cech y el travesaño le negó el grito de gol.
Luego, el arquero polaco le atajó un remate a Iniesta y un cabezazo a Messi. Cesc también tuvo su oportunidad, pero A. Cole, ex compañero en el Arsenal, despejó su remate sobre la línea.
En el complemento, Alexis volvió a desperdiciar otra canche para convertir. Ni el tiro sobre el final le salió al blaugrana, ya que Pedro estrelló un disparo en el palo y en el rebote Busquets le eeró al arco.
Allá lejos en el tiempo quedó el tiempo quedó el Iniestazo de Stamford Bridge, en donde sin merecerlo, el Barsa pasó a la final. Pero todavía, la llave no está cerrada y el Barsa es el Barsa, más en el Camp Nou.
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