Con Messi, Agüero, Higuaín y Di María, la albiceleste tiene un poder de gol que no poseen las delanteras de muchos otros equipos a nivel mundial.
Desde el inicio, la visita se mostró decidida a defender con casi todos sus hombres en campo propio, y la verticalidad imparable de Messi anuló rápidamente sus planes.
Muy movedizo Lio, a los 12’ ya probó al arquero con un fuerte remate. Al minuto 19, Di María con un pase de emboquillada rompió la línea defensiva y Agüero marcó en off-side el primer tanto.
Seguido, un pase calcado de Ángel fue definido mal por Higuaín, que tendría revancha minutos después cuando Messi en una gran maniobra lo dejó sólo para el segundo.
A los 31’, El Pipita le devolvió el favor al diez del Barsa en una pared soñada y con un gol para enmarcar. Tres cero arriba el local, con todavía un tiempo por recorrer.
En el complemento, Ecuador apremiado por la desventaja salió a buscar un posible descuento, mostrando las falencias de un equipo argentino que de la mitad para atrás, deja mucho que desear comparado con el poder que posee en ataque. PJ, un remate de Montero que tapó Romero.
A los 22’ Messi volvió a desequilibrar y Domínguez despejó su disparo al córner. En ese tiro de esquina, el arquero se quedó con un cabezazo de Fernández.
Hubo un tiempo para un gol más de la mano de Di María, tras pase de Sosa, para cerrar una goleada y un marcador contundente.
De esta forma, con mucha presión en la salida del rival y con delanteros solidarios a la hora de marcar, la Albiceleste demuestra un rendimiento acorde con sus individualidades, poniéndola al tope de las posiciones con diez puntos, seguido por Chile como único escolta con nueve, que dio la sorpresa al vencer en la altura a Bolivia.
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