El equipo que hace un poco más de una década jugaba en
Premier, pero que sufrió tres descensos y se ubica en la cuarta división, logró
un resultado épico e histórico.
Épico por muchas razones. Hizo un buen primer tiempo, se
defendió en el complemento y en el alargue aguantó como pudo, sin posesión de
balón, con su arquero figura y con tiros en los palos.
Los Gunners en el día de su 126 aniversario se dispusieron a
jugar, salvo Giroud y Arteta, con todos sus titulares. Comenzó bien, con un
cabezazo en soledad de Vermalen apenas alto y estando cerca de la conquista.
Pero de pelota parada, Thompson abrió el marcador tras una peinada
en el primer palo. Los Gallos ocuparon muy bien los espacios, y complicaron con
el rápido Wells y el grandote de Hanson. Su juego es característico de un
equipo de ascenso, pelotas áreas, distribución rápida e ir conquistando
espacios.
A los Gunners les costó neutralizarlo esos movimientos, y
recién a falta de quince minutos para el descanso llegaron con peligro. Probó
mucho de afuera, pero lo más claro fue un centro bajo de Gibbs que
increíblemente Gervinho marró.
El complemento fue bastante chato pero se destacó el empuje
de Wilshere, quién se puso el equipo al hombro y pudo asociarse contadas veces
con Rosicky y Cazorla. El español fue justamente quién faltando tres minutos
con un centro encontró a Vermaelen en la igualdad.
El alargue fue monólogo del Arsenal, quién buscó por todos
lados, pero chocó con Duke. El arquero atajó todo, muchos remates desde afuera
del área, y en los que no tocó, tuvo suerte, ya que un tiro de Cazorla dio en
el travesaño y un cabezazo de Chamack se fue apenas afuera.
Los de Wenger se dirigían a los penales superando
ampliamente a su rival en posesión de pelota y disparos a puerta, pero los
goles escasearon.
Más aún, en los remates de los doce pasos, Cazorla falló
ante Duke, y el palo le dijo que no a Chamack y Vermaelen. Nada más pudo hacer
Szczesny, que atajó dos penales.
En estos partidos, una pizca de suerte hay que tener, si no
sucede lo que sucede.
Hay jugadores que perdieron muchas chances y están en un nivel bajísimo,
Gervinho, Podolski, Ramsey, entre otros. Pero en este deporte, se castiga a los
entrenadores, y es una pena, que un hombre como Arsene Wenger, sea tan
denostado por los hinchas.
Bradford, a las semifinales, heroicamente y con mérito.
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