Inolvidable y soñada final se jugó en Wembley entre el vencedor
y el Borussia Dortmund.
Se definió a dos minutos del final, siendo Robben, el autor
del gol triunfal. Se redimió el holandés, con mala suerte en las últimas
finales que disputó.
Los dirigidos por Klopp jugaron con un enorme corazón, y
fueron superiores en los primeros veinte minutos, con mayor posesión del balón
y con mucha presión.
Neuer tuvo una actuación activa tapándole un remate a
Lewandowski, una volea a Blaszczykowski y disparos de Reus y Bender.
A los bávaros les
costó salir del asedio, pero Weidenfeller evitó con las puntas de los dedos el
gol de Mandzukic de cabeza. A los 26’, un cabezazo de Javi Martínez se fue
apenas por arriba del travesaño. Luego, Robben desperdicio dos mano a mano frente al arquero.
Lo propio hizo Lewandowski, ante la presencia de Neuer al
minuto 34.
En el complemento, el trámite del encuentro bajó un poco el
ritmo, ya el Borussia no pudo ejercer su dominio y el Bayern era muy peligroso
en cada ataque.
Ribery puso un gran pase entre líneas hacia
Robben , centro atrás y definición de Mandzukic, que alentaba a los de Heynckes
en el marcador. Pero, tras un penal infantil de Dante sobre Reus, Gundogan
marcó la igualdad.
Weidenfeller sostuvo su valla con dos atajadas inmensas ante
los disparos desde afuera del área de Alaba y Schweinsteiger . A su vez, Subotic
evitó sobre la línea el gol de Muller.
A los 88’, Robben en una corajeada ingresó al área, supero
en pocos metros en velocidad a los dos centrales y definió cruzado el tanto del
campeonato.
Los de Munich , quienes terminaron con global 7-0 en las
semis frente al Barsa, superaron a un duro y dignísimo final y se alzaron con
un nueva orejona, tras perder en tres años dos finales.
Heynckes puede dormir tranquilo, le dejará a Guardiola un
plantel que alcanzó la gloria. El fútbol da revancha, sino que le pregunten a
Robben.
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