Empate lógico en un Superclásico atípico, con un estado
climático muy adverso que inundó el campo de juego, imposibilitando la práctica
del buen fútbol, lo que imposibilitó el
juego de ambos equipos.
Arbitraje muy malo, si partimos que desde el inicio no debió
disputarse el encuentro y por todos los fallos errados que sucedieron a posterior.
El Xeneise se puso en ventaja a los 22’ en una jugada de
pelota parada, bien aprovechada por Magallán quién le ganó la posición a Rojas y convirtió sin problemas el 1-0.
El desempeño colectivo, las triangulaciones en ataque y la
presión constante que caracterizo al equipo de Gallardo hoy brilló por su
ausencia, los pelotazos al área fueron
las únicas armas efectivas que contó el local.
Al minuto 31 un cabezazo de Mercado tras un tiro de esquina
dio en palo. Seguido, Orión evitó el tanto de Funes Mori luego de un tiro libre
ejecutado por Ponzio.
Al minuto 40, Gago al primer golpe de visita pareció evitar
con la mano el tanto de Rojas, sin embargo, desvió el balón con su cabeza. El
árbitro se dejó llevar por la primera impresión, cobró penal y lo expulso.
Mora desde los doce pasos fue el encargado del polémico
penal, pero el uruguayo remató desviado y lapidó la ocasión. Minutos más tarde,
se anuló mal un gol de River luego de un off-side mal cobrado sobre Carlos
Sánchez.
El inicio del complemento lo tuvo al local en búsqueda de la
igualdad, con más ímpetu que ideas. Al minuto, un disparo de Boye en el área
pasó cerca del palo.
Boca, a pesar de tener un jugador de menos, mostró mucho
coraje en algunos de sus jugadores, que seguían corriendo y defendiendo cada
pelota como la última.
River, forzado a jugar de una manera atípica, siguió
buscando por arriba. A los 20’, centro de Carlos Sánchez y cabezazo de Mora,
atajada de Orión.
Finalmente el Monumental colmado de público Millonario logró
desahogarse cuando Pezzela conectó un centro de Funes Mori, Orión dio rebote y el
defensor bahiense marcó el ansiado empate.
Nada estaba dicho, Funes Mori se fue expulsado directamente
y la cosa quedó igualada, diez hombres de cada lado. Boca lo pudo haber ganado
cuando Barovero apenas logró desviar un disparo de Chávez y el balón cruzó la línea. También River se lamentó sobre el final, Boyé en soledad no pudo darle dirección a un cabezazo de gol.
El líder del campeonato, en un encuentro que a mí entender
no debió haberse jugado, por lo menos mantuvo su invicto. Boca desperdició una
chance importante para prenderse en la lucha por el título.
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